Es todo subida, son unos diez minutos y se sube bien, con cuidado eso sí y buen calzado ya que al estar muy a la sombra, hay mucho musgo en las piedras.
Bajar es recomendable por la carretera por el mismo motivo,no es lo mismo subir que bajar y no quisimos arriesgarnos ninguna de las veces
Una vez en el pueblo, San Roque de Riomiera, ahí mismo,frente a la iglesia y señalizado, empieza un camino hacia las cabañas pasiegas.No os lo podéis perder, hay vistas tan bonitas como éstas
Cuando estábamos haciendo este paseo nos encontramos con un padre y un hijo de la misma edad que el nuestro, con Mikel
El padre nos estuvo dando explicaciones de por dónde podíamos ir, desde dónde sacar la mejor fotografía, etc...y en un momento nos dijo, pero sin palos no podéis continuar, el camino es duro si no llevas bastones.
Y le dijo a Mikel, déjale tu palo al niño y el mío se lo dejo a su mamá.
Y así fue, y esos palos siguen en la caravana esperando una nueva aventura...
Este es un ejemplo de gente amable, tuvimos otro con un taxista, cuando fuimos a hacer una vía verde, la cual, por cierto, no hubiéramos encontrado si no es por él.Le preguntamos y nos dijo, seguidme, estuvimos detrás de él por lo menos diez minutos y nos dejó ahí mismo, donde necesitábamos.Y no penséis que le venía bien ni nada, se dió media vuelta y volvió por el mismo camino.
También en la Feria internacional de Santander nos encontramos con dos feriantes muy majetes, uno le dejó al peque cinco tiros de más por haber bateado bien, algo que no había hecho nunca y otro le dió un diploma en manejo de embarcaciones por lo bien educado que estaba y lo bien que se portó.
...comprobar que aún queda gente amable en el mundo te carga de positividad...
Yoli
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