martes, 5 de septiembre de 2017

Cómo empezar una ruta y acabar comiendo cabrales...



Bueno, bueno...era algo que queríamos hacer, íbamos preparados y sobre todo mentalizados...
Elegimos empezar por lo más difícil y acabar disfrutando del camino en llano...nos levantamos prontito para apurar el día...y nos enfilamos a hacer la ruta del Cares, 22 kms ida y vuelta.

http://www.rutadelcares.org/



Recomendación, madrugar para poder aparcar cerca del principio de la andada,nosotros aún madrugando, fuimos los penúltimos en poder conseguir un buen sitio

Empezamos con ganas por lo más duro, la subida llena de piedras en Poncebós








Bueno...pués no pudimos acabarla, ni siquiera empezar a ver lo más bonito de la ruta.
A los 3 kms, después de acabar la p...subida y poder empezar a disfrutar, a mi marido se le despega la suela de la bota, pero tal cual, limpiamente...putadón gordo
cómo íbamos a continuar teniendo además que volver luego todo  lo andado?
imposible, así que nos quedamos bastante tristones porque tiene que ser impresionante llegar a la zona de los puentes y túneles
Lo dejaremos como algo pendiente para volver a intentarlo pero empezando por Caín, para empezar ya disfrutando desde el minuto cero.

Así que estando tan cerca decidimos ir a Sotres, nos habían dicho que había una fábrica de cabrales y total, teníamos que aprovechar la tarde
El pueblo como tal nos decepcionó bastante, creo que esperábamos algo como Bárcena Mayor...sin embargo los paisajes que se ven desde ahí son bonitos, tiene muchos senderos señalizados para disfrutar del entorno y qué decir de la Quesería Maín...










 







 Tienen distintas opciones dentro de la quesería para poder tomar luego fuera en estas mesas.Lo único que echamos de menos fue una sombrilla, demasiado sol para estar ahí...
Por lo demás muy rico todo


Después de la quesería, no teníamos ganas de meternos un menú, así que decimos ir a Casa Mi Guelu ya que tenía buenas críticas en la web para picotear algo
En qué momento...no vamos a entrar en si era caro o barato, no es esa la cuestión
Pedimos sidra y tras echar un sorbo le pedimos al camarero que nos trajera otra bebida
Lo normal es preguntar si estaba mala, que por supuesto, así era, pués no preguntaron
El servicio sin ganas, sin una sonrisa ,como si te estuvieran haciendo un favor sirviéndote, creo que al camarero no le oímos ni la voz...
Aún con todo ésto, si en la factura hubiera descontado la sidra que devolvimos, hubiera sido un detalle, lo dicho, por el detalle en sí,porque creo que no llegaba ni a tres euros la botella.
Pero ni eso...
Así que por todo eso, no recomendaré éste sitio
Y me duele porque de todos los sitios en los que hemos comido o cenado estas vacaciones, fue el único que nos defraudó

Yoli



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