jueves, 16 de mayo de 2013

Tenemos que vencer el miedo

Es tan demoledor como realista. Si queremos levantar cabeza y no  
perder la dignidad, debemos aparcar el miedo.
 
La autora de este artículo publicado en El País, hará pensar: Será así  
cuando se acabe la crisis? 
 
 
Concha Caballero (Baena, Córdoba, 1956) fue la portavoz del grupo de  
Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía en la legislatura  
2004-2008.
Es licenciada en Filologia Hispánica y profesora de Literatura en un  
instituto público. Abandonó la política decpcionada con su coalición  
electoral.
En abril de 2009, Rosa Aguilar, entonces recientemente nombrada  
consejera de Obras Públicas, le ofreció ser su brazo derecho en esta  
nueva etapa política.
 
Profesora de Lengua y Literatura, ya hace muchos años pasó,  
felizmente, del ejercicio de la política, a ser analista y articulista  
de diversos medios de comunicación (El País, Ara com ara de la SER,  
Meridiano, de Canal Sur Televisión). Amante de la literatura, continúa  
siendo firmemente humana con los temas sociales.
 
 
 
El día que acabó la crisis
Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios
CONCHA CABALLERO
 
Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la  
crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros  
dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha  
pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de  
debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas.  
Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el  
acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y  
nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras  
vidas.
 
 
Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se  
nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra  
desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a  
dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis  
ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la  
imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa  
amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad  
dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa ?mitad  
realidad, mitad ficción?, cuyo origen es difícil de descifrar pero  
cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30  
años en derechos y en salarios.
 
 
Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta  
límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de  
ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a  
todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina  
escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de  
trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de  
personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y  
amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, ENTONCES  
LA CRISIS HABRÁ TERMINADO.
 
 
Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y  
se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los  
estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se  
compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al  
de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por  
cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y  
rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para  
garantizar nuestras vidas, ENTONCES SE HABRÁ ACABADO LA CRISIS.
 
 
Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la  
baja de toda la estructura social y todos ?excepto la cúpula puesta  
cuidadosamente a salvo en cada sector?, pisemos los charcos de la  
escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos  
hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos  
los puentes de la solidaridad, ENTONCES NOS ANUNCIARÁN QUE LA CRISIS  
HA TERMINADO.
 
 
Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco  
años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron  
siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del  
paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la  
guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo  
el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la  
estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
 
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo  
saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y  
desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos  
últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría  
nuevamente en disputa.
 
 
De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han  
ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al  
nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco  
menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida.  
Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras  
vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán  
el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas  
condiciones de nuestra rendición.
 
 
 
 
 

4 comentarios:

Cris Mandarica dijo...

Muy buen artículo Yoli, gracias por compartirlo. Biquiños!

M Luz dijo...

Se ponen los pelos de punta.

Yoli dijo...

Chicas, miedo me da pensar que está en lo cierto visto la marcha de las cosas

Aran dijo...

Gracias por compartirlo Yoli. Estoy muy de acuerdo. La pérdida de derechos sociales es brutal. Y como muy bien dice, a los que están en paro los están entrenando para trabajar con mínimos, y los que seguimos currando iremos cayendo también según lleguen los vencimientos de los convenios colectivos.
De todas formas, no hay que rendirse nunca....